Ramón Sabi, escultor, inaugura hoy en el Palacio de la Virreina una exposición de retratos de figuras de nuestros días; trabajo de cuatro años.
- ¿Qué se ha propuesto?
- Me enfrento con el retrato como así lo hicieron los grandes maestros. Sencillamente he querido conocer a los personajes de mi tiempo.
- ¿Cabe la personalidad del escultor supeditado al modelo?
- Con el parecido sólo no hay escultura pero sin el parecido no hay retrato. Ahí la dificultad.
- ¿Es capaz de hacer escultura imaginativa, sin modelo?
- La obra ya es imaginativa , el modelo sólo sugiere; el escultor traduce el modelo, a veces como debiera ser, no como es en realidad.
- ¿Cuál le ha resultado más fácil?
- José Clará; quizá por la admiración que siento por él, por el ambiente de su estudio, por el silencio y porque se entregó como ninguno.
- Pienso en el futuro: muchos de estos personajes podrían quedar inmortalizados en cualquier plaza pública. Hoy todavía son de barro.
COSECHA PROPIA: Oye, Manuel, ¿no te pidió que posaras para él, Ramón Sabi? Me hubiera gustado ver esculpido tu retrato.
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