Justo Díaz Villasante, Consejero de la Asociación Internacional de Jueces de Menores. Ha asistido a los congresos sobre, jóvenes inadaptados, en Friburgo y profilaxis criminal en París. Fué el defensor de Michel Del Castillo, autor de "Tanguy" libro que relata la vida en el asilo "Toribio Durán" de Barcelona, de donde se fugó, y en el que denunciaba los métodos utilizados para reformar a los internos. El libro fué un éxito mundial
- ¿Por qué se escapó del asilo?
- A causa de su espíritu inquieto, intentaba encontrar un ambiente idóneo, que finalmente encontró en la escuela de la Sagrada Familia de Úbeda. Era un ser normal y moral, ahora es un escritor muy cotizado en París.
- Estos inadaptados que usted estudia ¿han perdido la esperanza?
- Su esperanza radica en que sepamos adaptarnos a ellos. Que acertemos a responder a las preguntas que nos plantean, que no siempre sabemos o queremos responder. El coste de su adaptación no es comparable con el que ocasiona un criminal, un loco o un vago.
- No nos vayamos por las ramas: a enderezar al gamberro toca...
COSECHA PROPIA: En la postguerra, Manuel, estuve en un internado donde nos amenazaban con trasladarnos al asilo Durán, si no éramos disciplinados. A mí no me trasladaron allí pero tampoco he conseguido escribir como Michel del Castillo.
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