Mariano Gonzalvo, 38 años y Gustavo Biosca, 33 años, ex-jugadores de fútbol, hoy dedicados a la industria y el comercio; homenaje de final de sus vidas deportivas.
- ¿Os acordáis de la vida regalada de la época activa?
B. - Fué tan fácil y agradable pero estoy deseando vivir de incógnito.
G. - Qué dulce es recordar cuando los recuerdos son buenos; no hay otra vida como aquella.
- ¿Qué ambicionais?
B. - Vivir a costa de mi esfuerzo personal sin que me digan la hora de levantarme y acostarme.
G. - La vida que viene pude ser más sacrificada, la del futbol para mí no era ingún sacrificio.
- Espiritualmente, ¿Os llenó el fútbol? ¿Merecéis este adiós con calor de multitud?
B. - En el fondo, no me llenó demasiado pero merezco este adiós.
G. - A mí me llenó; también merezco ese adiós y me resigno a ser un vecino más de Mollet.
- ¿Y ustedes?...
CARTA DEL LECTOR: 29 Mayo 2.011. A mí no me preguntes, Manuel, que no he sido futbolista internacional con una vida regalada. Me resigno a ser un vecino más de Montbau y además las multitudes siempre "me han atabalado".
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