El escultor Miguel Oslé ha conseguido su propósito: su escultura de la Virgen de la Merced se colocará en la cúpula de la iglesia de su nombre en sustitución de la que fué derribada durante la guerra civil.El encargo es de hace diez años.
- ¿De quién era la anterior escultura?
- De un imaginero llamado Castellanos; se colocó en 1888, era de cemento con armadura de hierro y tenía una capa galvanizada. La mía es de bronce, su altura, la misma, siete metros.
- ¿En qué tiempo se comprometen a dejarla colocada en la cúpula?
- Un año desde que empiece el trabajo. Esperamos el permiso del Ayuntamiento.
- ¿El cuento de nunca acabar?
- No creo, pero le ruego que si algo de lo que he dicho roza al Ayuntamiento, suavícelo.
- ¿Está bien así?...
COSECHA PROPIA: Pero Manuel ¿cómo se suaviza eso de que la burocracia municipal retarde diez años la colocación de una estatua?
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