Inge Dittrich, niña de seis años de edad, austríaca. Llega a la estación de Francia en un tren especial que trae de Viena a quinientas niñas austríacas acogidas a la generosidad de las familias que han solicitado adoptarlas temporalmente en nuestra patria.
- ¿Tienes papá? ¿Y mamá?
- Sí.
- ¿Y hermanitos?
- Sí.
- ¿Estás contenta?
- Sí.
- ¿Sabes donde estás?
- No sé.
- ¿Donde vivías?
- En Viena - y al decir esto la chiquilla inicia un leve puchero que nos parte el alma a los presentes. La cojo en mis brazos. Pero el leve puchero se ha convertido en un sollozo. Y yo, pobre de mí, no puedo hacer nada para cortar su llanto...
COSECHA PROPIA: Pues, espabila Manolo, que ya tienes dos hijas chiquitinas.
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