Rosita Crothers, niña chilena de seis años de edad; cuando tenía cuatro años, jugando con unas tijeras se las clavó en el ojo izquierdo, y por una serie de complicaciones en el tratamiento quedó al borde de la ceguera total y viene con su padre a Barcelona en busca de solución.
- ¿Quieres ser mi amiga?
- No, no quiero.
- Yo sí, y tu papá también quiere que lo seas pues te ha dicho "atiende a este señor" Tú eres Rosita y ¿tu muñeca cómo se llama?
- Marisa. Yo jugaba a cortarle el pelo pero no se lo corté. Tenía los cabellos negros y los ojos azules. Me acuerdo de ella. Está en casa.
- ¿Cómo juegas aquí?
- En el balcón, con la persiana. No quiero estar muchos días aquí. ¿Por qué escribe tanto? No me gusta que me pregunte.
- Bueno, pues te dejo; adiós guapa.
- ¡Yo no soy guapa! - protesta - linda, sí.
- Tanteando se fue al balcón. Buscaba más luz...
CARTA DEL LECTOR: 9 Enero 2.012. Rosita, una niña todavía sincera, Manuel.¿Sabes si mejoró su visión?
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