José María Gol Creus, pintor, vidriero, ceramista, joyero, de fama internacional, sobre todo en esmalte al fuego sobre vidrio. El Colegio de Arquitectos le ha organizado una exposición-homenaje con obras suyas pertenecientes a coleccionistas.
- Pero aquí es imposible que usted pueda realizar su obra - le digo en el taller-habitación con cama donde vive; es difícil encontrar asiento entre tantas piezas, vidrios y carpetas en pleno desorden.
- Ya no puedo moverme. Yo sería feliz bien instalado. Estoy enfermo. Diga al presidente de la Diputación, que me lleve con todo esto a los Hogares Mundet para poder continuar mi obra.
- ¿Siempre ha vivido solo?
- Sí, la soledad es muy buena amiga mía y me ha ayudado a conservar el espíritu religoso que me inculcó mi madre; soy muy devoto de Santa Teresita del Niño Jesús y de Comunión diaria aunque ahora sólo la recibo cada 15 días. Me he conformado siempre con lo que he tenido, incluso con mi cojera que sin ella no hubiera sido artista.
- Hagamos que continúe siéndolo...
CARTA DEL LECTOR: 17 Enero 2.012. Por lo visto, Manuel, el presidente de la Diputación leyó la entrevista y José María Gol se trasladó con su taller a los Hogares Mundet, donde pasó los últimos años de su vida. Con esto se conformó el artista; lo ví en la enfermería.
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