José María Virgili, cincuenta y tres años entre libros, trabaja en una editorial litúrgica. Es autor de un diccionario universal de las parroquias de España.
- ¿El misal más apreciado por Ud. de los que pasaron por su mano?
- Uno, editado por nosotros, que le entregué al Padre Santo el 2 de octubre de 1950. Fué el momento más feliz de mi vida pues me dió la bendición para mí y para mi única hija, Montserrat.Después de esto ya puedo morir tranquilo y si cita este suceso me hará feliz.
- Sí, hombre, así lo haré. Y el bueno de Virgili, agradecido, me ofrecía un misal. Pero ¿qué iba a hacer yo con cuatro kilos de latín?
COSECHA PROPIA : Desde luego no te veo siguiendo la misa aguantando 4 kilos de latín, Manolo.
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