Rogelio Ramón, taxista conocido entre los suyos como "El Coronel Malage", es el conductor más antiguo de la Cooperativa del Taxi.
- ¿Por qué le llaman así?
- En el Servicio Militar, en 1917, estando de guardia un día de un rigor tremendo, ví llegar al coronel y le dí el alto y apenas había puesto la bala en la recámara me dijo "¿No ves que soy el coronel, malage?". Llamé al cabo de guardia y no disparé porque el coronel se paró. Desde entonces el apodo.
- ¿Qué problemas tienen los taxistas de Barcelona?
- Sencillamente se han perdido las buenas maneras, antes nos respetábamos; ahora con el libre puesto te adelantan y encima y te hacen el perro soltando un ¡guau, guau!
- ¿Multas?
- Muchas caprichosas. Un ejemplo, una noche lluviosa un cliente desde el coche me hace parar por un momento, lo hago en un sitio que no molesta, con las luces encendidas y con el parabrisas en marcha. Al poco está de vuelta a la vez que llega un guardia urbano y me pone una multa de cinco duros en una carrera que marcaba 12,50 pesetas. Si discuto no hubiera sido un buen taxista. ¿Qué quería usted que hiciera?
- Callar, hermano ...
CARTA DEL LECTOR: 28 Enero 2011. Buen consejo, Manuel. Ante un guardia que te pone una multa, mejor callar aunque seas "el coronel".
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