Gregorio Marañón, médico, siempre opuesto a las oposiciones.
- ¿Usted no es catedrático por oposición?
- Apenas terminé la carrera me presenté a oposiciones a médico del Hospital general y resultó que saqué del bolso las bolas que me sabía mejor e hice una oposición tan brillante que me dieron el número uno. Veinte años después el Gobierno me nombró catedrático sin oposición, el título que más me honra.
- Y de los libros de texto ¿qué dice?
- Me parecen todos malos porque se escriben para imponerlos a los alumnos. Yo doy una lista de unos veinte libros y les ayudo a escoger.
- ¿Qué método de selección/eliminación en lugar de los exámenes?
- El único razonable: constante contacto con los alumnos. Ir todos los días a clase.
- ¿Ellos van?
- Cuando quieren.
- ¿Usted?
- Siempre; menos cuando tengo 40ºde fiebre, que gracias a Dios nunca he tenido.
- Y a que tiene a Marañón encima...
COSECHA PROPIA: Desde luego Marañón, todo un catedrático sin oposición.
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