Es el empresario de la plaza de toros de Barcelona. Lo descubro en las taquillas que tiene la empresa en el paseo de Gracia revisando como va la venta de entradas Es la estampa del optimismo.
- Usted reza para que no llueva ¿ verdad?
- Sí, pero... ¡ Por Dios, no lo diga!
- Y el empresario cambió el gesto sumido en un mar de borrascosas ideas...
COSECHA PROPIA: ¡ Cómo son los grandes empresarios !...
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