Antonio Roselló es "el noi de la cara cremada", que me invita a asistir a su duodécima intervención quirúrgica en su cara, deformada por un accidente bélico. Hace doce años, siendo aviador, su caza fué derribado y cayó ardiendo pero el pudo salvarse saltando en paracaídas.
- No parece preocupado de recordar cuando se vió la cara por primera vez después del accidente; se muestra alegre pero aún no puede reírse bien, cosa que espera hacer cuando le pongan el labio superior. Y yo que tengo que dibujarle ¿qué hago?
- Puede empezar - dice tan satisfecho.
- ¿No le parece a Ud. cruel?
- Esta es la cara que paseo por el mundo.
- Pero cuando salga de la operación no lo conocerá nadie. No me decidí a hacerlo...
COSECHA PROPIA: Tu dibujo nos recuerda lo lamentable que son las guerras.
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