Joaquín Barbosa de Moraes es un hacendista de Brasil, dueño de plantaciones de café en el estado de Sao Paulo en una extensión de un millón cien mil pies. Ha venido a España en busca de braceros.
- ¿Y eso cuánto es?
- Exporto diez mil sacos de sesenta kilos cada uno a treinta dólares el saco, cada año.
- ¿Y ha venido aquí a llevarse braceros?
- Sí, señor; ya tengo contratadas cien familias de Cádiz, trescientas de Málaga y cien de Génova
- ¿En qué condiciones?
- Mil quinientos cruceiros al año por cada mil pies de café cultivado, les doy vivienda y cedo terreno fuera de mi hacienda para que puedan cultivarlo para sí. Prefiero familias, contrato para un año, prorrogable. Precio oficial un dólar: dieciocho cruceiros. El Gobierno brasileño paga el viaje hasta la hacienda.
- ¿Perspectivas?
- Muchos españoles han acabado siendo propietarios a los seis años de trabajar conmigo.
- ¿Cuánta gente quiere de esta región?
- Cincuenta familias.
- Cuando vuelva a mediados de mes, estarán a punto.
- Si no lo sabe nadie.
- Ya lo verá Ud. Aviso a navegantes: a la cola, a la cola ¡que hay café!...
Cosecha propia: La entrevista trajo cola. Ver "Diario de Barcelona" 14-Sept.-1949
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