El Padre Schillari, salesiano que ha celebrado sus bodas de diamante con el sacerdocio, es un artista del pirograbado y por ello se ha organizado en el Templo Nacional Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, en el Tibidabo una exposición de sus obras.
- ¿Dirá usted la verdad? - advierte.
- Está feo mentir, Padre ¿Ochenta y siete años?
- Cumplidos, gracias a Dios. Ingresé en los Salesianos en Turín en 1888, cuando murió Dom Bosco. Fuí a estudiar y me entró la vocación.
- Usted tenía cierto recelo de mí ¿qué tal me porto?
- Bastante bien; no es usted tan malo.
- Eso ya lo digo yo.
- Vaya usted con Dios.
- Y me fuí...
COSECHA PROPIA: Eso también lo digo yo: que no eras tan malo, Manuel.